Hola
Cuando murió mamá hace tres años me sentí el niño más desgraciado del
mundo. Casi toda mi vida giraba a su alrededor, y lo que no lo hacía ya me
encargaba yo de hacérselo saber para que también formara parte de la suya. Así
había sido siempre y así tenía que seguir siendo. Pero, como todos me
dijisteis, “el cáncer le ha ganado la batalla” y, de un día para otro, me quedé
sin madre, sin confidente y sin consuelo. Así es como lo sentí yo. Por suerte
para los dos, eso no me duró demasiado. No es que no eche de menos a mamá -
¡claro que la echo de menos! -, pero lo superé. “Con papá vais a estar
fenomenal, ya lo verás”, me dijeron otros entonces. Y no se han equivocado. La
vida juntos estos tres años se nos ha dado de maravilla. Por supuesto que hemos
tenido nuestros altibajos, pero supongo que la muerte de mamá nos hizo madurar
un poco a todos.
Huérfano es una palabra que siempre he asociado con documentales
trágicos de televisión. Jamás pasó por mi cabeza el pensar que yo me
convertiría en uno. Y, si se me hubiera ocurrido hacerlo, seguramente no habría
imaginado que me sucediera tan pronto. Superar la muerte de una madre fue muy
doloroso. Pero superar la muerte de un padre algún tiempo después… ¡Sólo tengo
trece años! Bueno, sé que tú también tuviste que pasar por eso hace tiempo. Te
recuerdo cuando llamaste por teléfono y se lo contaste a mamá, y luego ella a
mí. La verdad es que yo sabía que se trataba de algo triste, y de hecho esa
tristeza anduvo volando por el aire de casa una temporada. Apenas se notaba en
el día a día, pero era una presencia constante que termino desapareciendo. Me
imagino ahora que esa presencia que habrá en casa también terminará por
desaparecer. Supongo que Marta y Fran también la notarán, pero te prometo que
entre los tres haremos un esfuerzo para que dure poco. No he hablado con ellos
sobre esto aún. Tampoco lo hice cuando lo de mamá, pero somos hermanos y creo
que sentimos parecido.
Ese es un asunto que sí pasó por mi cabeza el día que nos dijeron que…
bueno, eso…, que habías tenido un accidente y que… habías muerto. ¿Qué va a
pasar con nosotros? Pronto, antes de que tuviera ocasión de preguntárselo a
nadie, Marta y Fran me dijeron: “Tú no te preocupes por nada, no nos van a
separar ni a llevar a ningún sitio. Los dos tenemos más de dieciocho años y
trabajamos. Los tres juntos forever,
¿está claro?” No hice más que asentir. He tenido que ver cómo ellos dos han
tenido que reunirse y hablar con mucha gente a la que yo también he tenido que
contestar a preguntas, pero menos mal que ese tema ya ha pasado. Creo que el
que los tíos sean vecinos también ayuda bastante. Están mucho con nosotros y
nos traen comida y vamos a sitios con ellos. Fran me lleva al cole en tu moto,
pero te prometo que nos ponemos el casco los dos y él no corre. Marta me ayuda
con los deberes las tardes que no tiene que ir al hospital. Es más dura que tú,
pero sé que lo hace por mí, aunque me enfade con ella. Ella sabe que lo sé.
Por favor, dile a mamá cuando la veas que no me he olvidado de ella,
que todavía pienso en ella y que sé que ahora estará mejor porque tú estás con
ella. Te escribiré pronto.
Un beso a los dos.
Nico.
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