miércoles, 9 de mayo de 2012

#01 SIN AGOBIOS, PERO ESTAMOS EN ELLO



Acababan de salir pero ya divisaban una línea que decidieron interpretar como el horizonte.

- Joder, qué cerca estamos, lo tenemos ahí.- Lo dijo con mucho ímpetu, era obvio que su representación gráfica era mucho más definida que la mía.

- Hombre ahí, ahí…- le contesté sin esconder mis dudas.

- No seas aguafiestas, vamos.

Seguimos caminando, por algo que parecía tierra. Allí no había senda, ni elemento alguno con el que trazar un camino imaginario. Para imaginario lo que nos hervía por dentro, una especie de cóctel de bravura, ilusión, ganas y sólo algunas gotas de realismo, que de esto último nos habíamos nutrido toda la vida y así estábamos. A años luz de nuestro particular horizonte. Pero parecía que a él no le importaba, él iba a su rollo, montándose unos líos que le tenían entretenido. Hacía bien, porque ese ansia que traducía en optimismo inflaba las velas que nos llevaban directos a la línea que habíamos dibujado por segunda vez. En esta ocasión un poco más cerca. Desde allí, una vez asentados daríamos el salto final.

- Tío mira ya tenemos huellas detrás. Buena señal. Estamos avanzando.

Inasequible al desaliento, pensé.

- Sí, esto está hecho.- Claro coño, tanto positivismo conseguía minar mi natural e innato espíritu escéptico.

De pronto me sorprendí a mi mismo entregado. Lo tenía claro, lo visualizaba, la línea del horizonte tomaba forma como si me hubiera puesto unas gafas de esas para ver películas en 3D – qué poco me gusta ese formato de peli que hace que me maree con las dichosas gafas-. Alcé la mano.

- ¿Qué haces mamón?- si había algo que le caracterizaba era el tacto, vaya diplomático había perdido la ONU.

- Nada tío, que lo he visto. Lo tenemos ahí, está vez sí.

- Tenemos que prepararnos para el éxito, para crear la futura marca, para las entrevistas, los premios… ¡La Gloria!

- Para la hostia que nos vamos a dar como no echemos el freno.- Aunque me entretenían mucho sus dislates superlativos en relación al futuro de nuestro proyecto, en ese momento creí saludable pararle en seco.

- Bueno tío, esto lo hacemos para triunfar.

- Eso fijo.

- Por el ego.

- Y por nosotros.

- Sí, por eso también. Y por las tías.

- ¿Qué?

- Bueno no, por eso no.

- No, que sí, joder, pero me ha sorprendido, como esto lo va a leer tu mujer…

- Ya, bueno…me conoce.

- Y para hacernos ricos.

- Con dos cojones…

- Y por la paz en el mundo

- Si, y por la mortadela siciliana y los envasados al vacío…

- ¿Paramos a tomar una caña?

- Claro, no va a ser todo currar…

Seguimos andando recto aunque a todas luces habíamos perdido el norte, pero ahí estábamos, con nada más que nuestra amistad, nuestro descaro y nuestros dedos temblorosos ante la emoción de empezar a disparar negro sobre blanco.

Había empezado DOScuentos….

2 comentarios:

  1. Una vez encontré unos pelos revueltos y un ceño fruncido que se asomaba por debajo, oculto tras unas gafas que aumentaban las letras de un periódico. Interesante y raro. Yo, clara, directa, mandíbula apretada, nada misteriosa... normal. Hoy no sé si somos los dos raros o normales, pero tú eres tan yo, que no me queda más remedio que entenderte. Gracias por empezar una nueva aventura y por haberme dejado el mapa para que os siga. Lo haré. Tengo mucha intriga. Ánimo y suerte a los tres, aunque más valdría decir Feliz Andadura!

    ResponderEliminar
  2. La prima del Norte de Europa13 de junio de 2012, 11:28

    Primo y amigo de primo: muchisimas felicidades. Pinta de cine. Un abrazo

    ResponderEliminar